marzo 01, 2010

Livin´in: Tandil

Adiós, adiós. Me voy, me voy. Sigo remontando río arriba en un barco que en la proa lleva el nombre de tu nombre río Paraná..

Un poco de mi hogar, el gran Hotel Libertador. La oficina esta en el 1º piso, el mismo donde se desayuna.

El desayuno parece que esta bueno, lastima que solo probé el café, el jugo, y alguna fruta. El salón es lindo y tiene muchas mesas para elegir, pero la que me gusta a mi pega mucho A/C y tiene TN fijo, lo cual como bien resalto silvina, es un poco mucho a la mañana..

Esta bueno no tener que trasladarte para ir a trabajar. Lo malo es que mis compañeros de trabajo, cuando me cruzo con alguno, ven indefectiblemente lo que desayuno, y me cargan.

Viajar en el Río Paraná. Desde que estoy acá, no me quede ningún fin de semana, y este también me fui. El viaje fue igual de malo que siempre. En un lugar llamado Ayacucho, en el medio del trayecto, cerca de la medianoche, nos hicieron cambiar de micro. Por supuesto llegue tarde. Mi hermana y mi cuñado decidieron irme a buscar a la estación a las 2 AM cuando les conté que en la cola de las taxis tenia 11 personas delante. Mi sobrino vino en pijama, mejor dicho vino fastidioso, porque no había querido salir en pijama y hubo que vestirlo, y lloro. Cuando llegamos a la casa era todo extraño. Me acosté en una cama cerca de el y al otro día me despertó muy temprano el sol que se colaba por las cortinas. Nahuel dormía a pierna suelta y yo lo envidiaba.. Pero finalmente, me levante. Todos dormían y la casa se veía muy distinta a la noche anterior cuando llegue. Además estaba muy en silencio y me acorde cuando era chiquita e iba a dormir a la casa de amigos, que siempre dormían mas que yo. De todas formas, en lo de amiguitos o no, ya hace bastante que no duermo en casa.

Vida Nómade. Mi recorrido sin fin empezó el Viernes 29 de febrero. Hace exactamente un mes. (si es que se puede decir eso en un año no bisiesto), primero haciendo bs.as. Tandil, aterrice en el este hotel, y como quien no quiere la cosa, a las 3 hs. Ya estaba en un micro rumbo a mar del plata, y luego en otro rumbo a Pinamar. De ahí al Viejo hotel Ostende, en el lugar que lleva su mismo nombre. Después Pinamar Tandil. A la semana Tandil bs as, bs as Tandil, Tandil Pinamar, esta vez en el hotel Axon Beach, de Valeria del mar, luego Pinamar Tandil, y finalmente, Tandil Pinamar por un ultima vez aquí donde estoy ahora. Esta casa es aquello que con mis hermanas coincidiríamos en llamar “cero deprimente”, o mejor, que “no nos deprime nada”. Ladrillo a la vista, madera por todos lados, algunos cuadros verdaderos, y muchos más de los otros, esos que enmarcan algún afiche imitación de un cuadro famoso, Picasso, Van Gogh, etc. Cuando baje, en silencio me hice un mate con algunas cosas q había llevado y otras q encontré, y me senté a leer el libro sobre Sabina, que es de esos que de tan bien escritos que están te inspiran a abrir un cuaderno y escribir cualquier cosa, por el solo hecho de hacerlo, como cuando le robe el suyo a Nahuel y empecé a relatar estas líneas.

Pd. Una semana antes de ir para Tandil también hice bs as Pinamar Pinamar bs as pero esta vez pare en el camping. Yo lo contaría también y entonces serian ya serian 6 las camas que cambie en un mes, y una semana.

Hasta aquí, notas escritas hace una semana atrás, impulsadas gracias a la prosa de Benjamin Prado, autor del libro que, a esta altura, ya estoy por terminar, (aunq es algo q estoy tratando de evitar). Este fin de semana si me quede en Tandil, y fue el primero. Pero no me inspira mucho hablar de eso, aunque no estuvo mal. Pero como este blog fue, y seguirá siendo siempre muy, pero muy arbitrario en su contenido, voy a hablar de lo bueno que es que nombren tanto a Leonard Coen, y a bob Dylan, que para mi son de esos músicos que me gusta no conocerlos tanto, en su música y en su poesía, para poder pensar que siempre quedan hermosas cosas pendientes por conocer y por escuchar, y me proyectan a esos pensamientos que siempre me vienen en vacaciones donde el año es como un bloc en blanco por venir, y muchas cosas por planear, y la sensación es parecida a la de la cordillera de los andes en general, que es algo que tampoco me deprime nada, y a una publicidad de agua de los andes en particular, que vi. hace ya bastantes años, y que se me confunde con un restaurante de roma, y con una película que veía de chiquita, y con una canción de Enya que mi mama escucho hasta el cansancio, y que tampoco me deprimen nada. A la película perdidos en Tokyo, y a oficinistas tomándose la hora del almuerzo. Eso es mi proyección del comienzo del año.

Nota: mas adelante hablare de mi roomate, y de otras cosas relacionadas.





2 comentarios:

QSUM dijo...

Ange, siempre lindo y siempre fresco encontrarse con tus textos. Pero URGENTE! cambia la plantilla, no se entiende nada. Y creo que esta posteado dos veces o algo asi.
Nena te extraño, hablemos cuando vuelvas de Tandil.
Besos miles.-

Oruga Viajera dijo...

jajaja Ange me mató este post!

Antes que nada quiero resaltar algo que me está haciendo reír mucho en este momento...
jajaj diosss
Cómo es que en lugar de decir que algo te gusta decís "Esto no me deprime nada"??? jajaja Y me dio gracia que es algo que compartís con tus hermanas... En fin

Y bueno, lo demás, qué decirte. Me gusta cómo describís esa sensación que asemeja tanto a la Cordillera de los Andes como a no conocer de todo a Leonard Cohen.

Te quierooooo!!

Ah, y sí, sé de qué mesa hablás. La que está cerca de la ventana y le da el sol. Pero es sólo para verla de lejos, porque como bien decís el aire al mango y la tele también no dan a la mañana.