marzo 03, 2008


Un hombre de negocios habitaba el cuarto planeta. Tan ocupado estaba que no levantó su mirada ni aún ante la llegada del principito.
-Buenos días-saludó éste- Su cigarrillo está apagado.

-Tres y dos son cinco. Cinco y siete, doce. Doce y tres, quince. Buenos días. Quince y siete, veintidós. Veintidós y seis, veintiocho. No tengo tiempo para volver a encenderlo. Veintiséis y cinco, treinta y uno. Uf! Da un total de quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno.

-Quinientos millones de qué?
-Eh! Todavía permaneces allí? Quinientos un millones de... Ya no sé... Tengo tanto trabajo! Yo soy serio, no me divierto con tonterías. Dos y cinco, siete...
-Quinientos millones de qué?-inquirió nuevamente el principito, que jamás olvidaba una pregunta una vez formulada.
El señor de negocios levantó la cabeza:
-Hace cincuenta y cuatro años que vivo en este planeta, y sólo tres veces me han molestado. No tengo tiempo para moverme. Soy serio.
-Millones de qué?
Cositas doradas que hacen desvariar a los holgazanes. Pero yo soy serio! y no tengo tiempo para perder.
-Ah! Estrellas!
-Eso es. Estrellas.
-Pero puedes decirme que haces con quinientos millones de estrellas?
-Quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno. Yo soy serio y preciso.
-Dime, qué haces con esas estrellas.
-Cómo qué hago? Nada, las poseo.
-Posees las estrellas?
-Efectivamente, gracias a ello soy rico.
-De qué sirve ser rico?
-Las administro. Las cuento y recuento-contestó el hombre de negocios. Es bastantes difícil, pero como dije, soy un hombre serio!
El principito aún no se daba por satisfecho.
-Escribo en un papelito la cantidad de estrellas que poseo, cierro el papelito y lo pongo bajo llave en un cajón.
-Eso es todo?
-Lo suficiente.
Es divertido y bastante poético, pero... no es serio-pensó el principito, que sobre cosas serias tenía un concepto bien distinto del de las personas grandes.
El hombre de negocios hizo el ademán de responder pero no encontró palabras para ello. El principito se fue. Decididamente las personas grandes -se decía para sí- son enteramente extraordinarias.


Detesto a los hombres "serios" pero ultimamente me siento cada vez mas como el Hombre de negocios del principito.

5 comentarios:

QSUM dijo...

Angela, mi personaje favorito del principito es el zorro, el la tenia clara, de verdad... pero el hombre de negocios me parece tristisimo, asi que no te compares con el, y si hay algo que puedas hacer para no sentirte asi tan seria y triste, hacelo.

Oruga Viajera dijo...

Chonchis, aguanten los negocios! jajajajajaja.

Che, en serio, muy valiente de su parte Producer, la quiero.

Cuente con mis cuentas, que ya casi estánn

PD: ¿Cómo hacés para sacarle fotito a la pantalla?

::: GørgôrøtH ::: dijo...

El principito no es Enzo Francescoli no? jej, bueno, igual, si te pareces en contar estrellas... muy sano no es, cuidado eh!

Saludos!

Anónimo dijo...

ay niñassssss, que haria sin ustedessss

Bruno dijo...

Es que el principito en algún momento adquiere los hábitos del hombre serio, para incorporarse por ejemplo a la vida laboral. Y quizás devenga en príncipe sin diminutivo, quizás. Pero por dentro, seguirá latente el aviador de siempre.

Lindo el blog y muy ameno el uso de los diálogos.

PD: femina, no se si ya te respondieron, pero lo haces con la tecla PrtScr y luego lo pegas en algún editor de imágenes, como el glorioso paint.

Y feliz día de la mujer!